Entrevista a Sir Arthur Conan Doyle (1927)

Finales del siglo XIX. Ciudad de Londres. Son los días y el lugar en los que fantasmas como el de Katie King hacen su asombrosa aparición en sesiones de espiritismo. Sesiones a las que acuden personajes tan ilustres como el químico William Crookes o el doctor en medicina y escritor Arthur Conan Doyle. El primero, descubridor del elemento químico conocido como ‘talio’, y miembro de la Royal Society ampliamente galardonado. El segundo, creador del personaje de Sherlock Holmes, y autor de muchas otras grandes obras literarias. Ambos alcanzarían la distinción de ‘Sir’ del Imperio Británico. Dos personajes ilustres, con una afición y una creencia común: el espiritismo.

En octubre de 1928, un año despues de que se publicaran los últimos relatos de Sherlock Holmes, Sir Arthur Conan Doyle concedió una entrevista a la Fox Film Corporation para Movietone Newsreels (algo similar a nuestro ‘Nodo’). Rodada entre los rosales de su casa de Sussex, Windlesham, fue considerada por el New York Times, como superior incluso a las entrevistas para Movietone rodadas por George Bernard Shaw y el rey de España en aquella época, Alfonso XIII, sobre todo por la forma de expresarse de Conan Doyle.

Dos fueron los temas que Conan Doyle trató en la entrevista: su creación literaria de Sherlock Holmes y su creencia o, como él mismo dice, su ‘conocimiento’ sobre el fenómeno del espiritismo. Reproducimos a continuación la entrevista, más bien monólogo porque sólo habla Conan Doyle, para disfrute de todos los lectores.

Entrevista a Sir Arthur Conan Doyle (Subtitulada en español)


Sherlock Holmes fue sin duda la gran obra de Sir Arthur Conan Doyle, la que lo hizo ‘inmortal’ desde el punto de vista literario y la que, sin ninguna duda, le sirvió para vivir sin problemas económicos. Sin embargo, para él siempre fue una obra menor, de la que llegó a intentar deshacerse eliminando al mismísimo Sherlock Holmes cuando en el relato ‘El Problema Final’ hizo que muriera asesinado por su archi-enemigo Moriarty en las Cataratas de Reichenbach, en los Alpes suizos. Durante diez años (1893 a 1903), Sherlock Holmes permaneció en ese ‘estado’, para disgusto de sus numerosos fans, aunque en 1901, Conan Doyle lo resucitó temporalmente a modo de ‘flashback’ para que protagonizara ‘El Perro de los Baskerville’, uno de los mejores relatos de misterio jamás escritos y que está considerado como la mejor novela de Sherlock Holmes. En 1903, Doyle no tuvo más remedio que resucitar, esta vez con todas las consecuencias, a Sherlock Holmes, teniendo incluso que explicar su tan larga ausencia en el relato titulado ‘La Aventura de la Casa Vacía’.

Algunos lectores pensarán que Sherlock Holmes es un personaje estupendo pero que no tiene mucho interés en una revista como esta. Lo cierto es que Conan Doyle, a pesar de sus creencias, siempre trató de mantener completamente alejado a Sherlock Holmes de cualquier cosa que oliera a paranormal. Y, cuando llegó a enfrentarlo, siempre acabó dando explicaciones racionales como, por ejemplo, en la historia de ‘El Vampiro de Sussex’. Sin embargo, yo creo que nada más lejos de la realidad. Sherlock Holmes, como personaje que sigue siempre un método científico y que siempre llega a conclusiones lógicas, es un perfecto exponente de lo que debería ser un investigador de lo paranormal. De igual modo que el personaje de Holmes se inspira en sus métodos en un personaje real como el doctor Joseph Bell, ¿por qué no usar esos mismos métodos, probados con éxito en la realidad, no sólo en la investigación médica o detectivesca, sino también en lo paranormal? ¿Cuantos supuestos casos de fenómenos paranormales no tendrán una explicación absolutamente racional? ¿Cuantos de ellos la habrían encontrado si, en su momento, se hubiesen topado con investigadores mucho más rigurosos que aplicasen protocolos científicos? Por desgracia, nunca lo sabremos, pero basta con ver cómo se han tratado muchos de los casos más conocidos en el mundillo de lo paranormal para darse cuenta de lo tristemente mal que se han abordado tantos y tantos casos. Y al igual que Doyle, muchos nos hemos sentido defraudados con las explicaciones nulas o irrisorias de tantos y tantos casos. Algunas de ellas, ofrecidas incluso por los que se las dan de escépticos y racionalistas: ¿quien no recuerda las famosas “centellas” de México?

Otro curioso detalle de la entrevista es cómo Doyle se refiere a Watson llamándolo ‘estúpido’. Resulta bastante chocante, ya que si Holmes siempre ha estado claramente inspirado en Joseph Bell, todo el mundo cree que Watson no era otro que el propio Doyle. Ambos eran doctores. Y Watson, como acompañante, y como narrador de casi todos los relatos, actuaba un poco desde su punto de vista. Watson no era ni mucho menos un ‘estúpido’, pero lo cierto es que sí que quedaba bastante eclipsado ante el talento de Sherlock Holmes. En cierto modo, bien podría ser este un detalle de humildad, y de sentido del humor a través de la auto-parodia, ya que a buen seguro Doyle hizo el comentario en la entrevista como un guiño gracioso para todos sus lectores.

Al igual que Watson, Doyle no es ningún estúpido, pues además de médico (estudió en la Universidad de Edimburgo), se convirtió en un estupendo escritor, creador no solo de las obras de Sherlock Holmes, sino también de las aventuras del Profesor Challenger (‘El Mundo Perdido’) y de multitud de novelas históricas, relatos de boxeo, etc... Siendo precisamente un artículo sobre la Guerra de los Boer en Sudáfrica el que le valdría el título de ‘Sir’ en 1902, algo de lo que siempre estuvo realmente orgulloso.

Pero, además de todo esta obra literaria, como él mismo dice en la entrevista, llevaba más de 40 años escribiendo sobre espiritismo o, incluso, sobre ‘hadas’, siendo su ‘Historia del Espiritismo’ una obra casi de referencia para muchos creyentes en estos fenómenos. Sin embargo, no siempre estas obras aparecen en los listados de su bibliografía, como si no fueran tan suyas como las otras.

En sus últimos años de vida, como él mismo confirma en esta entrevista, su auténtica obsesión era demostrar al mundo la autenticidad del fenómeno espiritista. Como él mismo sospechaba en el momento de la entrevista, no volvió a escribir sobre Sherlock Holmes y, de hecho, casi todos los aficionados al personaje, consideran su último recopilatorio ‘The Casebook of Sherlock Holmes’, una obra muy menor comparada con el resto. Doyle estaba completamente absorbido por la causa “espírita”.

Son famosas sus intervenciones en casos conocidos como el de las ‘Hadas de Cottingley’, donde unas niñitas le hicieron creer a él y la casa Kodak que habían obtenido fotos auténticas de hadas. Por no hablar de su amistad con Houdini, el gran escapista. Una amistad que acabó mal precisamente por las distintas formas de ver lo paranormal que tenían ambos. No será esta la única que vez que hablemos sobre Conan Doyle así que dejaremos los tema de las hadas y la relación con Houdini para otros artículos.

Oyendo a Doyle, leyendo las historias de Katie King, sabiendo la participación de tan ilustres participantes, con tantos testigos como el mismo Doyle asegura, con tantas fotos, etc...; uno no puede más que pensar que, efectivamente, aquellos sucesos ocurrían, independientemente de que fueran o no auténticos. Pero lo cierto es que, de no serlo, ¿cómo podrían realizarse? ¿Cómo alguien podría materializar de la nada al fantasma de Katie King, por ejemplo? ¿Cómo podrían engañar a testigos de tanto valor como Crookes o Doyle? Y la eterna duda, ¿por qué hoy estos fenómenos no se producen, o se producen con mucha menos intensidad?

Para Doyle estos fenómenos no ofrecían la menor duda. Sin duda, el momento clave de la entrevista es cuando dice que no son cosas en las que crea o piense (“believe” o “think”), sino cosas de las que sabe (“know”). Para él está absolutamente claro.

Antes hemos hablado de la importancia de aplicar el método científico. ¿Qué pasaría si estos fenómenos ocurrieran hoy? ¿Podría el mejor de los magos seguir engañando a la tecnología actual? Y, en caso de ser reales, ¿podríamos reconocer, de una vez por todas, la existencia de lo paranormal? Me temo que nunca lo sabremos, que el misterio permanecará siempre. Lo que sí está claro es que, mientras tanto, serán muchos los que, como decía Doyle, se seguirán sintiendo reconfortados al contactar con seres queridos fallecidos, aunque esto pueda ser solo una ilusión...



Artículo publicado originalmente por el autor de esta web, Juan José Abenza, para la revista 'La Lucerna de Caronte', número 5, bajo licencia Creative Commons BY-ND-NC 3.0

Vídeo subtitulado por Juan José Abenza a partir del vídeo de The Video Cellar Collection en archive.org, publicado bajo dominio público.

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